Lucha Clásica.

Llamamos LUCHA CLASICA a las modalidades de lucha practicadas en la antigua Grecia y en su heredera cultural, la antigua Roma.

La lucha conoció un gran impulso en la Grecia antigua. Los helénicos elevaban a rango de ciencia y arte la lucha entre dos adversarios. Según determinados mitos y leyendas dicho deporte habían sido entregado a los hombres por la diosa Atenea, a través del héroe Teseo. En otras leyendas, se afirma que la lucha había sido inventada por Heracles, por Hermes, por su hija Palestra, etc. Aquí está la razón por la cual no es extraño que la lucha haya sido deporte fundamental no sólo en los Juegos Jlímpicos antiguos, sino en todos los juegos realizados a través de la antigua Grecia (panhelénicos): los Panatinaicos en Atenas, los de Nemea, los Píticos en Delfos, los Ístmicos cerca de Corinto, etc.

En cuanto la lucha comenzó a figurar en el programa olímpico como disciplina independiente en 776 a.C., llegó a ser uno de los deportes principales de los juegos. La lucha que se practicaba en los juegos era la llamada ORTHOPALE, lucha de pie. Ganaba el que derribaba al contrario 3 veces y era de estilo libre, ya que sí se podía realizar presas por debajo de la cintura. En el pentatlón, la lucha era la última y decisiva prueba para determinar al vencedor. Además de esta variedad, existía la llamada KATOPALE, lucha de suelo, en la cual no bastaba con derribar al contrario, sino que se continuaba en suelo hasta que uno de los dos se rendía. Era el Pancracio sin golpes.

Otra lucha de tipo mixto que se incluyó en los Juegos Olímpicos desde 648 a.C. fue el Pancracio en su variedad de KATO PANKRATION. En ella todas las llaves y presas del orthopale y el katopale estaban permitidas, así como todo tipo de golpes (patadas, puñetazos, codazos, rodillazos, cabezazos, etc.). Perdía el que se rendía y el combate no se paraba cuando los atletas caían al suelo. Fuera de los juegos principales, también existía el ANO PANKRATION, en la que los contendientes tenían que permanecer de pie. Era el Orthopale con golpes.

La tercera modalidad de combate, el Pugilato, se incluyó en los Juegos Olímpicos desde 688 a.C. y consistía en un enfrentamiento a puñetazos, hasta que uno se rendía.

Numerosos autores clásicos griegos nos hablan de la lucha en sus obras, como por ejemplo las obras de Homero, Platón, Pausanias, Plutarco, Luciano, Filostrasto, Heliodoro, etc. También en la pintura y escultura aparece reflejada y muchos frescos de dibujos sobre jarrones, bajo relieves y esculturas dejan ver momentos de combates.

Los romanos, a pesar de seguir celebrando competiciones al «estilo griego», buscaban emociones más fuertes, y preferían la lucha más dura, el pancracio, el pugilato y los combates de gladiadores, dejando la lucha como medio de preparación de soldados romanos y gladiadores. Con la ayuda de competiciones de lucha fueron determinados jefes del ejército y emperadores de Roma.

LOS DEPORTES DE COMBATE EN LA ANTIGÜEDAD.

Como se ha visto, 3 eran las modalidades de combate que integraban los Juegos Olímpicos y demás juegos panhelénicos en la Antigüedad: la lucha, el pancracio y el pugilato.

LA LUCHA (PALE / LUCTA – LUCTATIO)

La lucha (ΠΑΛΗ, πάλη, Pale) de los juegos panhelénicos era la lucha de pie ORTHOPALE (ΟΡΘΩΠΑΛΗ, όρθοπάλη) también llamada ORTHIA PALE y STADAIA PALE. Los romanos la llamaron (LUCTA / LUCTATIO)

Olímpica desde el 708 a.C., no había categorías de peso, aunque desde el 632 a.C. se creó una categoría para jóvenes.

No había límite de tiempo. Para ganar un atleta tenía que derribar 3 veces a su oponente y quedar de pie o encima de su oponente. Si cualquier parte del cuerpo que no fuera la planta de los pies tocaba el suelo significaba una caída en contra. No se permitía apoyar ni una sola rodilla. En el caso de que los dos luchadores cayeran de costado y a la vez, no se contaría como caída a ninguno y reiniciarían de pie. También ganaba el competidor cuyo rival se rendía o no podía seguir. Para abandonar se levantaba uno o dos dedos.

Estaba permitido usar las piernas activamente para derribar al contrario, pero no hay evidencias de que se permitiera agarrar las piernas con las manos y brazos.

No estaban permitidos los golpes ni patadas, agarrar los genitales, morder, clavar los dedos en las partes blandas, atacar los ojos o salirse del área de lucha. Si alguno de los luchadores se salía de los límites, los jueces paraban el combate, los hacían volver y el combate se reanudaba con la misma presa en que se había interrumpido.

Sí que estaban permitidas las luxaciones, dislocaciones (incluidas las de dedos) y estrangulaciones.

EL PANCRACIO.

El Pancracio era un arte marcial mixto practicado con las manos desnudas, en la cual estaba permitido todas las técnicas, llaves, sumisiones y estrangulaciones de la lucha aplicadas en cualquier parte del cuerpo, todos los golpes del pugilato, así como patadas, cabezazos, rodillazos y codazos.

El término proviene del griego παγκράτιον / ΠΑΓΚΡΑΤΙΟN (PANKRATION) que significa “todo el poder” de πᾶν (pan) “todo”’ and κράτος (kratos) “fuerza, vigor, poderío, poder”. Los romanos adoptaron este nombre como PANCRATIUM.

Existían dos modalidades:

– el ἄνω παγκράτιον (ano pankration), el pancracio superior o de arriba, también llamando orthostandenpankration, pancracio de pie, en el cual los competidores debían permanecer de pie. No era la disciplina de los principales juegos deportivos y era usada en entrenamientos o en pruebas preliminares. Era el orthopale con golpes.

– el κάτω παγκράτιον (katopantration), el pancracio superior o de suelo, en el cual el combate continuaba después de caer alguno de los contendientes. Era la modalidad que se practicaba en los Juegos, tanto en la antigua Grecia como en la antigua Roma. En ella todas las llaves y presas de la lucha en suelo (katopale) estaban permitidas, así como todo tipo de golpes (patadas, puñetazos, codazos, rodillazos, cabezazos, etc.). Era el katopale con golpes.

Olímpico desde el 648 a.C., no había categorías de peso, aunque desde el 200 d.C. se creó una categoría para jóvenes.

En el Pancracio se luchaba con las manos desnudas y no había límite de tiempo. Ganaba el competidor cuyo rival se rendía o no podía seguir. Para abandonar se levantaba uno o dos dedos.

Estaba permitido todo tipo de golpes: patadas, puñetazos, codazos, rodillazos, cabezazos, etc. Estaba permitido agarrar al rival con una mano y golpearlo con la otra. También estaban permitidas las luxaciones, dislocaciones (incluidas las de dedos) y estrangulaciones. Se podía inmovilizar al rival con el cuerpo, brazos o piernas, para golpearlo, luxarlo o estrangularlo. Cuando uno caía solía ponerse boca arriba para usar sus piernas y brazos para protegerse.

No estaba permitido agarrar o golpear los genitales, arañar, morder, clavar los dedos en las partes blandas, atacar los ojos o salirse del área de lucha. Si alguno de los luchadores se salía de los límites, los jueces paraban el combate, los hacían volver y el combate se reanudaba con la misma presa en que se había interrumpido.

EL PUGILATO ((pygme – pygmachia/ PUGILATUS / PUGILATIO)

El término proviene del griego pygme/ ΠΥΓΜΗ – pygmachia / ΠΥΓΜΑΧΙΑ de pyg, “puño”, y makhe, “pelea” que significa “pelea de puños”. Los romanos adoptaron este nombre como PUGILATUS / PUGILATIO

En el Pugilato no había límite de tiempo. Ganaba el competidor cuyo rival se rendía o no podía seguir. Para abandonar se levantaba uno o dos dedos. En circunstancias extraordinarias y si se alargaba el combate, los púgiles podían pedir el klimax, en el cual se golpeaban por turnos según el azar y sin hacer nada por protegerse.

Los contendientes utilizaban como protección unas tiras de cuero blando alrededor de sus manos llamadas “himantes” para proteger los nudillos, fortalecer las muñecas y reafirmar los dedos. Se envolvía los nudillos, luego iban a través la palma y el reverso de la mano, dejando el dedo gordo descubierto y se ataban alrededor de la muñeca o del antebrazo. Este tipo de “himantes” se llamaban “meilichai” o “strophia”. A partir del siglo V a.C. y para mejorar la efectividad de golpeo, se fueron introduciendo tiras de cuero duro alrededor de los nudillos y se acolchaba la parte interna con lana. Este tipo de “himantes” se llamaban “sphairai”, bolas. Desde el siglo IV a.C. hasta finales del II a.C. y debido a la complejidad de la colocación de las “sphairai” se empezaron a utilizar un tipo de guantes, llamados “oxeishimantes”, que no había que deshacer cada vez. Estaban hechos también de tiras de cuero duro enrolladas sobre una capa interna de lana, y se ataban con tiras de cuero a mitad del antebrazo. Estos guantes dejaban la punta de los dedos libre. En la antigua Roma, los “himantes” se sustituyeron por el “caestus”, un guante reforzado con hierro y plomo, para potenciar el daño producido.

Eran validos todos los golpes de puño, pero estaba prohibido presionar los ojos con los dedos.

Estaba prohibido los agarres y las técnicas de lucha, los golpes a los genitales, arañazos y mordiscos, presionar las partes blandas, los codazos y cabezazos, los refuerzos de los “himantes” con tiras extra de cuero y el uso de tiras de piel de cerdo.

Olímpico desde el 688 a.C., no había categorías de peso, aunque desde el 616 a.C. se creó una categoría para jóvenes.

Si alguno de los luchadores se salía de los límites, los jueces paraban el combate, los hacían volver y el combate se reanudaba otra vez.

METODO DE COMPETICIÓN DE LAS LUCHAS.

La competición se realizaba por rondas hasta alcanzar la final. En cada ronda se emparejaban los luchadores de la siguiente manera:

En una urna de plata se introducían piezas marcadas con las letras del abecedario duplicadas, es decir, dos alfas, dos betas, etc. En el caso de que los luchadores fueran impares se marcaba una pieza con un símbolo raro. Los luchadores se acercaban a la urna, rezaban a Zeus, y extraían una pieza. Aquellos con la misma letra lucharían juntos y el vencedor pasaría de ronda. El que sacaba el signo raro libraba y pasaba directamente a la siguiente ronda. Era el llamado “ἔφεδρος” – “ephedros”, reserva.

LOS JUECES.

Los jueces (“agonothetai”, jueces de las competiciones, o “Hellanodikai”, jueces de los griegos) eran los encargados de conducir y supervisar los juegos, de que se cumpliesen estrictamente las reglas, y de que las decisiones fuesen justas e imparciales.

Estaban asistidos por los “alytarchai”, jefes, y los “alytai” a su cargo, oficiales de policía especiales que eran los encargados de que los juegos se desarrollasen sin problemas. También asistían a los “Hellanodikai” en la ejecución de sus decisiones y los castigos los “mastigophoroi”, los portadores del flagelo, y los “rabdouchoi”, los portadores de la vara.

Los jueces hacían cumplir las leyes durante los combates con voces y utilizando una vara con la que golpeaban al infractor.

Los castigos eran de 3 tipos: multa, exclusión de los Juegos, y castigo corporal. El azote con la vara era uno de los castigos más ligeros y se imponía en infracciones menores.

Los “Hellanodikai” también otorgaban los premios, que eran de carácter simbólico y religioso. Nada más ganar la prueba los ganadores recibían una banda roja de lana y una rama de palma de los “Hellanodikai y el heraldo proclamaba su nombre, el nombre de su padre, y el de su ciudad. El día de la proclamación de vencedores, y con estos elementos, procesionaban entre lanzamientos de flores y hojas hasta el templo del dios, y recibían una corona vegetal:  una corona de olivo en los Juegos Olímpicos y Panathinaikos; una corona de apio y finalmente de pino en los Juegos Ístmicos; una corona de laurel en los Juegos Píticos; y inicialmente una corona de laurel y posteriormente una corona de apio verde en los Juegos Nemeos. Se les proclamaba “favoritos de los dioses”. La ciudad de Elis era la encargada de inscribir sus nombres en el registro de vencedores.

Sin embargo, su ciudad, además de rendirle honores, sí que les otorgaba premios más materiales: dinero, bienes y exenciones.

LOS ENTRENADORES.

En la antigua Grecia, inicialmente los mismos maestros (paidagogoi) que se ocupaban de la educación de los jóvenes eran también responsable de su entrenamiento físico. Posteriormente, se le empezó a asignar a personas que tenían cierta experiencia y conocimiento en la materia. Los “paidotribes”, entrenadores físicos preliminares, eran usualmente veteranos atletas con alguna experiencia que habían adquirido conocimientos en la teoría del entrenamiento e incluso de educación general.

A partir del siglo IV a.C., y debido a la especialización de los deportistas, surgieron entrenadores especialistas para los atletas profesionales, los “gymnastes”, que determinaban los métodos de entrenamiento y la dieta de acuerdo con el potencial del deportista.

“Gymnastes” y “paidotribes” coexistieron y trabajaban juntos. Los primeros tenían una educación más amplia en el arte del entrenamiento y determinaban los detalles del programa, mientras que los segundos los implementaban, siguiendo el progreso del deportista y dándole una guía práctica. Estos últimos no necesitaba

n saber la estructura y el funcionamiento del cuerpo humano, ya que su misión era seguir las instrucciones de los primeros, siendo su trabajo enseñar a los atletas sus ejercicios, presas y técnicas. Según Aristóteles, los “gymnastes” cuidan de la constitución física de los deportistas, y los “paidotribes” de su entrenamiento.

Había una tercera figura en el entrenamiento de los deportistas, los “aleiptes”, que se encargaban de ungir de aceite los cuerpos de los atletas que se ejercitaban, y realizar masajes en los músculos, tanto antes como después del entrenamiento.

PALESTRAS Y GIMNASIOS.

En la antigua Grecia, había dos instituciones / lugares sobre los que giraba la educación deportiva, los gimnasios y palestras. La palestra (παλαίστρα / palaistra) era la escuela de lucha y podía ser independiente del gimnasio y ser privada. El gimnasio (γυμνάσιον / gymnasion) era la escuela de gimnasia y siempre era pública, e incluía una palestra. Los gimnasios se componían de una pista abierta y otra cerrada para practicar la carrera, un espacio abierto en el interior para la practicar jabalina, disco, etc., y la palestra, un edificio rectangular con columnas con áreas de entrenamiento para lucha, pugilato, pancracio, salto, etc., en los que a su alrededor se abrían pasillos espaciosos con asientos para conversar sobre filosofía, retórica, literatura, etc. Por lo que los gimnasios además eran centros culturales. Los dos más importantes fueron la Academia de Platón y el Liceo de Aristóteles.

En la antigua Grecia, junto a las palestras se situaban los baños, y en época romana las termas. O más bien al revés, ya que la palestra pasó a ser el gran patio porticado dedicado al ejercicio físico antes de entrar en los baños. La palestra pasó a ser un apéndice de las termas, de mayor importancia en la sociedad romana. No obstante, las palestras perviven, son el lugar habitual donde se realizaban los ejercicios gimnásticos con fines higiénicos y de salud, aunque también acudían a entrenarse los deportistas profesionales. Son parte de la vida cotidiana, testimonio del culto al cuerpo y a la salud en el ámbito privado, y quizás como continuidad del ideal griego.

En la Hispania romana perviven majestuosas palestras junto a complejos termales públicos como la de Segóbriga (Saelices, Cuenca), Carthago Nova (Cartagena) o Lucus Augusti (Lugo), Clunia (Coruña del Conde, Burgos), Ampurias (L’Escala, Girona), Gigia (Gijón), Carteia (San Roque, Cádiz), Baetulo (Badalona), Arcóbriga (Monreal de Ariza, Zaragoza), Complutum (Alcalá de Henares),  Lancia (Villasabariego, León) o pertenecientes a villas privadas como en Itálica (Santiponce, Sevilla). 

LOS JUEGOS.

En la antigua Grecia se celebraban juegos deportivos en honor a los dioses. Unos juegos tenían carácter más o menos local, y otros comprendían toda la Hélade.

Los juegos panhelénicos y según importancia fueron: los Olímpicos (en Olimpia y en honor a Zeus), los Ístmicos (en el Istmo, cerca de Corinto, cada 2 años, el 2º y 4º de cada Olimpiada y en honor de Poseidón), los Píticos (en Delfos, cada 4 años, en el tercer año de la Olimpiada y en honor a Apolo), y los Nemeos (en valle de Nemea, entre Fliunte y Cleonas, cada 2 años, el 2º y 4º de cada Olimpiada.

Los juegos locales más importantes fueron los celebrados en Atenas, en honor a Atenea, durante el festival de la “Panathenaia”. Inicialmente se celebraba anualmente, pero desde 566/5 a.C, se estableció la Gran Panatenaia cada 4 años en el tercer año de cada Olimpiada.

Durante el periodo helenístico, aparecieron más de 19 juegos deportivos que aunque de menor importancia que los 4 grandes, eran de carácter panhelénico, sin contar con la Ptolemaia  de Alejandría (Egipto), la Leukrophrynia en Magnesia del Meandro, la NIkephoria en Pérgamo, la Eumenia en Sardes, la Asklepeia en Cos, la Erotideia en Tespia, la Herakleia de Calcis, la Eleusineia en Atenas, y otros juegos menores. También se produjo un importante aumento de edificios deportivos, así como de deportistas profesionales, deportistas que competían sólo por dinero, debido a que los premios eran cada vez más grandes y se tendió a la especialización.

La conquista de Grecia por Roma hizo que decayera la práctica deportiva y los juegos, en favor de otras manifestaciones. A pesar de eso, el gimnasio como institución pervivió. Gracias a los emperadores romanos filo-helénicos se reconstruyeron gimnasios, baños y se renovaron instalaciones deportivas. También se instituyeron nuevos festivales deportivos por todo el Imperio Romano, que incluso llegaban a llamarse como los 4 juegos panhelénicos originales. De esta manera se hicieron Juegos Píticos en Filípolis en Tracia (hoy Plovdiv, Bulgaria) y en Anazarba en Cilicia (hoy Turquía), Juegos Nemeos en Anquialo en Tracia (hoy Pomorie, Bulgaria) y en Enta en Sicilia, Juegos Olímpicos en Cirene (en la actual Libia) y en Esmirna (en la actual Turquía), y Juegos Ístmicos en Ankira (hoy Ankara/Angora en Turquía) y Siracusa en Sicilia.

Augusto estableció en el año 27 a.C. en Nicópolis, en Épiro, los Actias, juegos deportivos cuatrienales en honor de Apolo y para conmemorar su victoria en Accio. Posteriormente, otras ciudades comenzaron a celebrar juegos en honor del emperador: los Isolimpia Augustos en Nápoles, los Adrianeia en Atenas, y muchos más, pero no eran tan espléndidos como los originales y normalmente tuvieron pocas ediciones.

Roma adoptó de los etruscos su concepción de las pruebas atléticas como espectáculo (ludipugilum), y posteriormente, sólo de forma puntual, la agonística de los concursos griegos (Sebasta en Nápoles, Capitolia en Roma, Pythia en Cartago, etc.). Por eso, en la parte occidental del Imperio Romano las pruebas atléticas (ludigymnici, agones ocertaminaathletorum) se celebraban generalmente dentro de los espectáculos del circo, en los intermedios entre cada carrera de carros, y que únicamente las pruebas de lucha adquiriesen cierta relevancia.

Por el todo el Imperio, incluida Hispania, aparecen los collegiaiuvenum, asociaciones de jóvenes de buena familia donde se practicaban regularmente ejercicios gimnásticos con fines educativos e higiénicos. Los iuvenes recibían instrucción militar, la cual incluía pruebas atléticas, hípica, caza y combates cuerpo a cuerpo. Además, organizaban los Iuvenalia, espectáculos donde intervenían sus miembros realizando diferentes ejercicios atléticos, en los llamados “campi”, grandes espacios en el exterior a semejanza del Campo de Marte de Roma.

Es en esta época cuando comienzan a aparecer gremios atléticos de carácter profesional e itinerantes, a modo de troupe, algunos de las cuales sobrevivieron hasta el fin del Imperio Romano. Formalmente estaban constituidas igual que otros gremios profesionales o religiosos. De hecho, el nombre del gremio solía recibir el título de “sagrado”, por ejemplo “sagrado sínodo de Herakles” y al líder y mandos intermedios recibían títulos religiosos, por ejemplo: “gran sacerdote de la palestra”.

Estos gremios viajaban de ciudad en ciudad, participando en los diferentes juegos (ludi) y festivales deportivos, coincidiendo con otros gremios y creándose grandes rivalidades entre ellos. Pero no tenían relación con los deportes del gimnasio, ni con festivales locales, que fueron los que, en la medida que pudieron, continuaron la tradición deportiva de los griegos.

Nuestro club hace la recreación histórica del “Gremio Atlético de Hércules”.

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