¿Qué es la Lucha?
La Lucha es un deporte en el que, por medio de agarres y presas, se ha de llevar al suelo al oponente, y una vez allí se ha de intentar inmovilizarlo para que toque simultáneamente con los dos omóplatos durante al menos 1 segundo. Esto es el tocado. En el caso de no conseguir el tocado, gana el que consiga marcar más puntos, en dos de los tres periodos de los que se compone un combate. Están terminantemente prohibidos los golpes, las asfixias, o cualquier acción o técnica peligrosa, o que pueda causar dolor.
Los deportistas compiten entre sí de acuerdo con su edad y categoría de peso, por lo que es la técnica la que decide en la mayoría de los casos. Se trata de aprovechar la fuerza del oponente para desequilibrarle y derribarle. Es frecuente que el luchador más pequeño dentro de su categoría de peso y edad consiga la victoria si domina bien la técnica.
La lucha es un deporte olímpico, de ahí su nombre lucha olímpica, que ha estado presente en los Juegos Olímpicos desde las primeras olimpiadas en Atenas 1896. Es un deporte reconocido por el Consejo Superior de Deportes, fundándose la Federación Española de Luchas Olímpicas en 1932. Engloba las modalidades olímpicas de grecorromana, libre olímpica y la nueva Lucha Playa, aunque existen otras modalidades no olímpicas como el Sambo, el Grappling Gi y la MMA Amateur (Artes Marciales Mixtas).
ATENCIÓN: No hay que confundir la Lucha, pues no tiene absolutamente nada que ver, con el llamado Pressing Catch o Lucha Libre Profesional, que no es un deporte, sino un mero espectáculo de entretenimiento a modo de teatro, y que no aporta ningún valor positivo a la educación de los niños.
Modalidades.
Como se ha indicado anteriormente, la Lucha se compone de varios estilos. Las principales modalidades son las olímpicas: lucha grecorromana, lucha libre olímpica, lucha libre olímpica femenina y la nueva modalidad olímpica la Lucha Playa. Aunque existen otras modalidades no olímpicas como son el Sambo, el Grappling Gi y la MMA Amateur (Artes Marciales Mixtas) y estilos de defensa personal como el Krav Maga.
¿Por qué practicar Lucha?
Porque es muy, muy divertido.
Pero además, pocos deportes requieren el total uso del cuerpo y de la mente, y la Lucha desarrolla esto con los beneficios siguientes:
1. Mejor desarrollo fisiológico
2. Flexibilidad
3. Conciencia del cuerpo
4. Fuerza y palancas
5. Equilibrio
6. Coordinación y tiempo de reacción
7. Velocidad
8. Muy baja grasa corporal
La Lucha en las escuelas y clubes es un deporte de participación individual en un marco de funcionamiento de conceptos de equipo. Este aspecto contribuye al desarrollo de patrones de comportamiento responsable para toda la vida, incluyendo el respeto a los demás, independientemente de su origen social o racial. Se puede esperar de una persona joven que participa en Lucha que muestre un aumento en la confianza en sí mismo, así como de su propia valía, y desarrollar habilidades analíticas y de adaptación.
Más aún, la Lucha es divertida y, al igual que otras actividades deportivas, toda la familia puede participar de diversas formas, desde el apoyo a los niños y niñas (¡si, las niñas pueden luchar también, y lo hacen muy bien!), y a sus clubes.
Breve historia de la Lucha.
No existe un origen común para la lucha, ya que todos los pueblos, en todas las épocas, han tenido alguna forma de lucha. En España han sobrevivido varias formas de lucha autóctona muy arraigadas: la lucha canaria, la lucha leonesa, la lucha baltu asturiana y el aluche cántabro.
Las primeras informaciones que nos llegan sin ningún tipo de duda sobre la lucha se remontan al tiempo de los sumerios. “El poema de Gilgamesh” escrito alrededor del 2.300 a.C., nos hace el relato de competiciones de lucha propia de ese periodo.
La lucha en Egipto gozaba de una particular estima. La representación más antigua se encuentra en la sepultura de la quinta dinastía (2470 – 2320 a.C.), sobre la cual están dibujas seis parejas de niños. Este fresco es el primer testimonio histórico sobre la lucha entre niños que nos ha llegado, y por su valor histórico sobrepasa las demás muestras egipcias. Con los 400 dibujos de la tumba de Beni-Hassan, los 219 de la tumba de Batí III, los 122 dibujos de la tumba de Seti, etc., podemos comprender que la lucha en el antiguo Egipto se caracterizaba por una variada técnica y lucha en el suelo.
La lucha conoció un gran impulso en la Grecia antigua. Los helénicos elevaban a rango de ciencia y arte la lucha entre dos adversarios. Según determinados mitos y leyendas dicho deporte habían sido entregado a los hombres por la diosa Atenea, a través del héroe Teseo. En otras leyendas, se afirma que la lucha había sido inventada por Heracles, por Hermes, por su hija Palestra, etc. Aquí está la razón por la cual no es extraño que la lucha haya sido deporte fundamental no sólo en los juegos olímpicos antiguos, sino en todos los juegos realizados a través de la antigua Grecia: los Panatinaicos en Atenas, los de Nemea, los Píticos en Delfos, los Ístmicos cerca de Corinto, etc.
En cuanto la lucha comenzó a figurar en el programa olímpico como disciplina independiente en 776 antes de nuestra era, llegó a ser uno de los deportes principales de los juegos. La lucha que se practicaba era libre, ya que sí se podía realizar presas por debajo de la cintura. En el pentatlón, la lucha era la última y decisiva prueba para determinar al vencedor.
Numerosos autores clásicos griegos nos hablan de la lucha en sus obras, como por ejemplo las obras de Homero, Platón, Pausanias, Plutarco, Luciano, Filostrasto, Heliodoro, etc. También en la pintura y escultura aparece reflejada y muchos frescos de dibujos sobre jarrones, bajo relieves y esculturas dejan ver momentos de combates.
Los romanos, a pesar de seguir celebrando competiciones al «estilo griego», buscaban emociones más fuertes, y preferían la lucha más dura, el pancracio, y los combates de gladiadores, dejando la lucha como medio de preparación de soldados romanos y gladiadores. Con la ayuda de competiciones de lucha fueron determinados jefes del ejército y emperadores de Roma.
En España, ya Estrabón (s. I a. C.) al hablar sobre Iberia en el libro III de su Geografía hace referencia a que los pueblos del norte practicaban luchas gimnásticas. San Isidoro de Sevilla en el libro XVIII de sus Etimologías habla de la lucha como una disciplina en la educación de los nobles visigodos (s. VII).
En la época del feudalismo la lucha se desarrollaba intensamente, pero a nivel regional. Es uno de los artes que debe dominar los caballeros. Es utilizada ampliamente por la aristocracia feudal, pero dada su accesibilidad servia igualmente al endurecimiento físico y moral de los campesinos y soldados, así como que se celebraban concursos en las festividades. Alfonso X el sabio la nombra como uno de los juegos de la época en el Libro de los Juegos.
En el siglo XIV, al final de la edad media, en la época de la Guerra de los Cien Años, los reyes, príncipes, duques, tenían a su cargo, equipos de luchadores. Los Duques de Borgoña pagaban salarios considerables a sus campeones. Durante la segunda mitad del siglo XV, fueron redactados en Alemania los primeros manuales de lucha. El más antiguo se fecha en 1443, y por primera vez fue impresa la obra de Fabien Auerswald, “el arte de luchar”, en 1539 en Wittenberg. La Lucha se practicaba en los medios aristocráticos. Épico fue el combate que ganó en 1520 el Rey de Inglaterra Enrique VIII el Rey de Francia Francisco I. Hubo prueba de lucha en los Juegos Moriscos de Purchena de 1569.
La lucha ha estado presente en los Juegos Olímpicos desde su reaparición en Atenas 1896.
La lucha, a través de los tiempos, ha sido practicada por variedad de gentes de toda clase y condición. Un ejemplo de ellos son los filósofos griegos Platón, Aristóteles y Sócrates; los científicos Pitágoras y Copérnico; los reyes Enrique VIII de Inglaterra, Francisco I de Francia, el zar Iván el Terrible; los presidentes de Estados Unidos George Washington y Abrahán Lincoln; los actores Tom Cruise, Kirk Douglas, Michael J. Fox, Robin Williams, Lorenzo Lamas. Además de los griegos, también han sido numerosos los artistas de todas las épocas que han sentido deseo de reflejarla en sus obras: Michelangelo, Picasso, Canova, Rembrandt, Gorthe, Leopardi, Tolstoi, Neruda, Dante, Cervantes, Fray Luis de León, Jorge de Montemayor, …